miércoles, 21 de marzo de 2018

Día Mundial del Síndrome de Down: "Auténticos"


Hoy 21 de marzo se celebra el Día Mundial del Síndrome de Down, y la Asociación Down España ha lanzado la campaña "Auténticos",que tiene como objetivo mostrar a las personas con síndrome de Down "tal y como son", y reflejar que son "inimitables, espontáneos y auténticos".
La campaña tiene como protagonistas a adultos y jóvenes con síndrome de Down acompañados de hermanos, primos, amigos o sus parejas, y explican en primera persona que es el sindrome de Down, que implica para ellos y como se ven y se sienten. En el vídeo también aparecen varias madres con sus hijos contando su experiencia vital.
Tanto las personas con síndrome de Down como sus familiares reclaman a la sociedad igualdad de "derechos y obligaciones", y reivindican que la sociedad no tenga miedo a lo que es diferente y les permita tener un espacio y un lugar.


En esta vida, de por si difícil para todos, también es complicada para las personas con síndrome de Down. No debemos olvidar nunca que ante todo son personas y, como tales, merecen el respeto y la consideración de todos, y sobre todo y al igual que todos necesitan del amor de los que le rodean.
Laura.-

sábado, 10 de marzo de 2018

Ulceras Vasculares




Una “úlcera vascular” es una herida localizada normalmente en la pierna causada por una circulación sanguínea deficiente. Esto puede ser debido a cambios patológicos en el aporte de la sangre arterial, o bien en el drenaje de la sangre venosa. Estas heridas se caracterizan por tener una evolución crónica y escasa o nula tendencia a la cicatrización espontánea.
Podemos clasificar las úlceras vasculares según su origen en:
·       Úlceras venosas o de estasis: se produce una herida (pérdida de epidermis y dermis) en la piel como consecuencia de una insuficiencia venosa. Casi el 90 % de todas las úlceras en las piernas se pueden atribuir a esta causa.
·       Úlceras arteriales o isquémicas: se produce una herida como resultado de un aporte sanguíneo deficiente de larga evolución debido a una arteriopatía crónica.
·       Úlceras mixtas: suelen combinar características tanto de las úlceras venosas como de las arteriales.

ULCERAS VENOSAS

La mayoría de las úlceras vasculares son una complicación de una insuficiencia venosa crónica, una enfermedad cuyas principales manifestaciones son las varices y las piernas cansadas
La Insuficiencia Venosa Crónica es la incapacidad de las venas para realizar el adecuado retorno de la sangre al corazón lo que provoca la acumulación de ésta en las piernas.
El aumento de la presión y la acumulación de líquido impiden que los nutrientes y el oxígeno lleguen a los tejidos. Esto también puede causar cambios en la piel conocidos como dermatitis por estasis, un síntoma inicial de insuficiencia venosa.
La mayoría de las úlceras venosas se producen en la pierna, por encima del tobillo. Se definen como la pérdida localizada o irregular de epidermis y dermis. Tienen forma redondeada u oval, y son superficiales con los bordes mal delimitados. Generalmente, se cronifican o se convierten en recurrentes. Tienden a sobreinfectarse y pueden ser invalidantes, afectando en gran medida a la calidad de vida de los pacientes. Es frecuente que dejen secuelas en la piel
En este tipo de herida la cicatrización suele ser lenta.

FACTORES DE RIESGO:

Los factores de riesgo para las úlceras venosas abarcan los que pueden influir y ser determinantes en la aparición de la Insuficiencia Venosa Crónica. La aparición de las úlceras venosas supone el estadio más avanzado de esta enfermedad
·       La vida sedentaria y falta de ejercicio. El sedentarismo o la inactividad influyen directamente, las posturas adoptadas con las piernas y la inmovilidad dificultan la correcta circulación sanguínea, lo que puede evolucionar en problemas circulatorios.
·       El sobrepeso. El peso corporal excesivo incrementa la presión en las venas de las piernas y agrava su estado
·       Actividades laborales en las que se pasan muchas horas seguidas de pie o sentado, ya que el estar de pie de manera prolongada incrementa la presión en las venas.
·       El calor. El calor provoca que las venas se dilaten, con lo que, por efecto de la gravedad, la sangre se acumula aumentando la sensación de pesadez y cansancio y agudizando los problemas de circulación.
·       La edad y los factores genéticos. Con el paso de los años, el revestimiento elástico de las venas empieza a debilitarse, incrementando así la posibilidad de que las venas se dilaten. Así mismo, el factor genético influye en la aparición de insuficiencia venosa de manera directa. De hecho, es una de las enfermedades que más se hereda.

SIGNOS Y SINTOMAS:

Síntomas iniciales de la insuficiencia venosa abarcan:
·       Hinchazón, pesadez y dolor en las piernas
·      Varices, venas varicosas
·       Piel endurecida y de color rojo oscuro, morado, marrón (esta es una señal de que la sangre se está estancando)
·       Picor y hormigueo

Signos y síntomas de las úlceras venosas:
·       Úlcera superficial con una base roja, a veces cubierta por tejido amarillo.
·       Bordes formados irregularmente.
·       La piel circundante puede estar brillante, tensa, tibia o caliente y descolorida.
·       Dolor de pierna.
·       Si la úlcera resulta infectada, puede tener un mal olor y puede drenar pus de la herida.

  

¿CÓMO PREVENIR LA APARICIÓN DE ÚLCERAS VENOSAS?:

Adopción de hábitos de vida saludables. Los hábitos de vida tienen un papel fundamental en el desarrollo o prevención de IVC. Las siguientes medidas pueden ayudar a mejorar la circulación y ayudar a sanar.
·         Deje de fumar. El tabaquismo es malo para los vasos sanguíneos.
·         Si tiene diabetes, mantenga los niveles de azúcar en la sangre bajo control.
·         Haga ejercicio. Permanecer activo ayuda a que la sangre circule.
·         Consuma alimentos saludables y duerma bien por la noche.
·         Baje de peso si tiene sobrepeso.
·         Controle la presión arterial y los niveles de colesterol.
·         Revise sus pies y piernas todos los días: la parte superior, los tobillos y los talones. Busque grietas y cambios en el color de la piel.

Terapia compresiva. Las medias terapéuticas son la medida fundamental para el tratamiento de la Insuficiencia Venosa Crónica. Su función es ejercer presión sobre las piernas para facilitar el buen funcionamiento del sistema de retorno venoso y, por lo tanto, que la sangre ascienda correctamente. Ejercen una presión decreciente desde el tobillo hasta la cintura, rodilla o ingle y se clasifican en medias de compresión ligera, normal y fuerte. A la hora de recurrir a esta solución, se deben tener en cuenta las características de cada persona, con el fin de escoger el tipo y talla de media adecuada a su caso y situación. Así mismo, es importante que las medias se coloquen antes de levantarse de la cama.

Terapia farmacológica. Dentro de los tratamientos farmacológicos, existen sustancias que reducen la fragilidad capilar y cuya intención es mejorar los síntomas. Pueden ser administrados de forma tópica, como geles y cremas, o bien de forma oral, como cápsulas y comprimidos. No obstante, estos tratamientos son complementarios, y en ningún caso reemplazan a la terapia compresiva.

Cirugía. El tratamiento mediante cirugía puede ser necesario en ciertos casos.

ULCERAS ARTERIALES

Las úlceras arteriales son lesiones que aparecen como consecuencia de un déficit de riego sanguíneo y procesos isquémicos crónicos.
Estas úlceras presentan, en general, las siguientes características:
·         dolor intenso
·         tamaño pequeño
·         profundas
·         fondo seco y necrótico
·         ausencia de tejido de granulación
·         bordes redondeados y definidos
·         piel circundante pálida y sin vello
·         coloración gris, negruzca o amarillenta.
La ausencia de pulsos arteriales (pedio, tibial, poplíteo y femoral) junto a las características de las úlceras, constituyen un signo de indudable valor para un correcto diagnóstico aunque la confirmación tenga que realizarse con otro tipo de exploraciones hemodinámicas.
Suelen localizarse en las zonas más distales y donde la circulación depende de capilares de menor diámetro: superficies óseas, punta de los dedos, interdigitales, talón, etc. 

FACTORES DE RIESGO:

La diabetes y el tabaquismo cobran especial importancia entre los factores de riesgo.
Además son factores de riesgo intrínsecos:
·         Tromboembolismo
·         Estenosis
·         Fístula arteriovenosa
·         Diabetes Mellitus
·         Dislipemas
·         Hipertensión Arterial
Otros factores extrínsecos:
·         Compresión
·         Traumatismo
·         Sedentarismo
·         Consumo de alcohol
·         Tabaco



SIGNOS Y SÍNTOMAS:

Dolor intenso y profundo que se desencadena con la elevación de la extremidad y con la actividad física, lo que conocemos como claudicación intermitente, además de la ausencia o debilidad  de pulso pedio.

PREVENCIÓN:

Es importante el control de las enfermedades asociadas y factores de riesgo. El cuidado de la persona con úlceras arteriales va dirigido a controlar y evitar la aparición de nuevas úlceras así como promover su autocuidado.
·         Como en las úlceras venosas, la promoción de hábitos saludables es fundamental para el control de los factores de riesgo extrínsecos: dieta adecuada, ejercicio físico diario, no fumar, no usar prendas demasiado ajustadas de cintura para abajo…
·         Inspeccionar la extremidad, si presenta cambios de coloración (palidez, cianosis) temperatura (frialdad)
·         Un calzado adecuado debe permitir los cambios de volumen que sufre el pie, permitiendo una buena circulación, transpiración y sujeción. Así mismo, debe de estar exento de costuras y pliegues interiores que puedan producir una lesión por roce o fricción.
·         El ejercicio físico habitual produce un efecto vasodilatador, mejora la oxigenación de territorios con cierto compromiso vascular y, además, produce un efecto beneficioso sobre nuestro estado de ánimo. El ejercicio físico se debe realizar teniendo en cuenta: la tolerancia, el grado de afectación arterial
·         Cualquier lesión, por leve que parezca, debe de ser tratada lo antes posible, ya que puede ser la puerta de entrada de infecciones. Las callosidades, deformidades y edemas deben ser valoradas y tratadas, en su caso, por un profesional sanitario.
·         Los espacios interdigitales húmedos pueden provocar maceración e infecciones. El secado debe realizarse mediante contacto con una toalla suave, evitando la fricción para no erosionar la piel.
·         La hidratación de la piel en los pies con una crema hidratante, previene la aparición de sequedad en talones, plantas y dorso del pie.
·         Es importante la inspección continua de los pies para evitar la aparición de lesiones y, en su caso, una detección e intervención precoz. Esta inspección debe ser realizada por la propia persona afectada, sus familiares y su enfermera referente.

TRATAMIENTO:

Antes de iniciar cualquier tratamiento es esencial que esté identificada la etiología correcta de la úlcera vascular, es decir, úlcera arterial frente a venosa, ya que una aplicación inadecuada de un tratamiento compresivo en una extremidad isquémica (úlcera arterial) tendría un efecto perjudicial. Los cuidados básicos a un paciente con una úlcera venosa deben incluir un vendaje compresivo, elevación de la pierna afectada y, si es posible, movilización. Ante la presencia de una úlcera vascular arterial hay que tratar patologías concomitantes que, a veces, precisan de alguna intervención quirúrgica, además de adoptar medidas locales para la cicatrización de la úlcera.

CURA LOCAL:

No existe un tratamiento único y efectivo para las úlceras de extremidades inferiores. La cura local tiene una característica de provisionalidad y debe ir acompañada del tratamiento de la patología de base, puesto que ésta es la razón de la cronicidad y la recidiva.

Los cuidados básicos son:
·         Retirar con suavidad los vendajes previos
·         Limpieza de la úlcera con suero fisiológico, eliminando restos de exudado

·         La herida debe estar limpia y tapada por un apósito para prevenir la infección. Su enfermera le dirá qué tipo de apósito es el más conveniente y cada cuánto necesita cambiarlo. En caso de exudado abundante hay que utilizar apósitos absorbentes
·         Proteger la piel alrededor de la herida manteniéndola hidratada. Procurar la higiene y protección usando emulsiones cutáneas hidratantes en la piel perilesional y zonas atróficas.
·         Si hay signos de infección es conveniente tomar cultivo del exudado y cambiar el apósito con regularidad hasta la desaparición de los signos de infección.


Eloisa