miércoles, 23 de diciembre de 2015

Es hora de "Volver a Casa" por Navidad

El Centro de Salud La Luz les desea Feliz Navidad
Llega la navidad, dulce navidad para unos, triste navidad para otros, entrañable y esperada para muchos...todo depende de los recuerdos que te evoquen estas fechas, pero lo innegable es que a ninguno nos deja indiferentes.
En medio de tanto caos, bullicio, idas y venidas, son días en los que debemos mirar a nuestro interior, leer nuestro corazón y hacer balance de lo que realmente nos importa en la vida, retirar el envoltorio que nos cubre y nos protege del exterior y darnos cuenta de lo esencial, de aquello que no se puede comprar ni vender porque no tiene precio, el cariño y el afecto de nuestros seres queridos.
Nuestro Belén
Deja a un lado por unos días los compromisos, las apariencias, el consumismo y reflexiona sobre lo que realmente deseas tu, pero principalmente piensa lo que necesitan aquellas personas que le dan sentido a tu vida, esas personas que si no formaran parte de ella tu no serias la persona que has llegado a ser.
Ese debe ser el verdadero espíritu de la navidad.
Puede que algunos de estos seres queridos ya no estén a tu lado, pero si no es así, no cometas el grave error de no compartir con ellos estos días tan especiales,  Dedica tu tiempo a esas personas que son las que realmente te quieren y te necesitan, porque son ellas las que van a hacer que la navidad vuelva a ser para ti un momento dulce, entrañable y especial.
En estos días podemos ver en todas las redes sociales un vídeo sobre la navidad. Es un vídeo que tiene un comienzo triste, lo que nadie desea en estas fechas, pero que da un giro inesperado y provoca un deseado final. Porque muchas veces necesitamos llevar al limite los sentimientos, las emociones, para abrir los ojos ante lo que realmente es importante y esencial, sobre todo en estas fechas, el amor y la compañía de nuestros seres queridos.

"Es hora de volver a casa"

FELIZ NAVIDAD
Laura.-


domingo, 13 de diciembre de 2015

Consejos sobre "Alimentación en Navidad"


Las fiestas de Navidad se acostumbran a celebrar alrededor de la mesa. Es el momento en que toda la familia reunida comparte alimentos más lujosos de lo habitual o preparaciones más elaboradas para proporcionar un ambiente más festivo. Esto puede ser una de las identidades de las fiestas y de los momentos que más se disfrutan, pero a la vez puede suponer un problema de salud si no se controlan los excesos.
De hecho, las urgencias e ingresos hospitalarios aumentan en Navidad, debido fundamentalmente a crisis hipertensivas, diabetes descompensada, ataques de gota y diversas patologías digestivas relacionadas con excesos alimentarios. Además, algunas enfermedades neurológicas, como la epilepsia, se ven peligrosamente influenciadas por la ingesta de alcohol o la falta de sueño.
Para evitar estas complicaciones y así poder disfrutar mejor en estos días tan señalados, pueden ser de utilidad una serie de consejos y pautas saludables para estas fechas, y que también podrían generalizarse para el resto del año:

1. No cambies tus hábitos de alimentación y ejercicio habituales. Disfruta de los platos tradicionales de tu hogar.  No debes saltarte ninguna comida y mantener una regularidad horaria en las mismas. Reserva los “excesos” para las fechas más señaladas. No olvides que los días especiales en Navidad son cinco (y no más): cena de Nochebuena y Nochevieja, comida de Navidad y Año Nuevo, y roscón del día de Reyes. Fuera de estas fechas, sigue con tu alimentación normal.


2. Planifica el menú. Elige alimentos variados y saludables. Si el plato principal es muy graso, como por ejemplo cordero, se deberán preparar entrantes ligeros, como ensaladas, marisco cocido y carnes magras como el jamón. Además, sustituye las salsas industriales que son muy grasas, por salsas caseras a base de hortalizas, hierbas aromáticas, jugo de limón, yogur desnatado y vinagretas.

3. Planifica la compra para evitar las sobras. Procura cocinar sólo la cantidad que se va a comer el día de la celebración, evitando que estas preparaciones sigan presentes en tu mesa durante los días o semanas siguientes

4. Puedes comer “de todo, pero poco”. Si quieres comer de todo lo que hay en la mesa, sírvete en un plato pequeño cantidades de todo lo seleccionado, no llenando los platos más de lo habitual, y no repitas. Deja de comer cuando sientas que ya no te apetece más.

5. Mientras cocinas evita los picoteos. A la hora de comer, hazlo despacio, con tranquilidad y masticando bien los alimentos.
6. Controla el alcohol que tomas ya que aporta calorías vacías. Limita las copas de vino durante la comida, no te olvides de beber también agua y resérvate la copa de cava o champán para brindar.

7. No dejes de tomar fruta. Puedes preparar como postre y/o sobremesa bandejas con frutas tropicales o entrantes como ensaladas o brochetas de fruta.

8. Elabora postres caseros reduciendo el contenido de azúcar, que se puede sustituir con edulcorantes. Los turrones, barquillos, polvorones… hay que comerlos “cuando toca” y con moderación evitando tener restos en casa durante todo enero, por lo que es necesario planificar bien la compra.

9. ¡Muévete! Con treinta minutos más de ejercicio físico diario podemos compensar las calorías extras de las comidas navideñas. Al terminar las comidas… ¿por qué no salir a dar un paseo en familia?

10. Lo más importante: disfruta de estos días, de la comida y de la compañía. Que saltarte la dieta no sea el causante de un mal ambiente o de que estés triste durante las fiestas. Disfruta de los alimentos y aprovecha estos momentos para pasar más tiempo con la familia y los amigos.
¡Estas Navidades disfruta comiendo y cuidándote!

¡Feliz Navidad!

Laura.-



jueves, 3 de diciembre de 2015

Gripe y Resfriado: cómo diferenciarlos

El otoño y el invierno son épocas del año propicias a sufrir resfriados y gripe.
Ambos procesos son infecciones causadas por virus, es decir, por agentes infecciosos que no responden al tratamiento con antibióticos y que, aunque comparten ciertas características, son enfermedades diferentes.
Diferencias básicas
El frío es un factor que favorece la supervivencia de los virus responsables de determinadas infecciones del tracto respiratorio., entre las que se encuentra la gripe y el resfriado común.
Algunos de los aspectos que nos pueden ayudar a distinguir cuando estamos en presencia de un cuadro de gripe o de resfriado común son:

  •  La gripe suele presentarse de forma epidémica, es decir, por la aparición brusca de un gran número de casos a la vez. En nuestro país el periodo en el cual se presentan estos brotes suele estar comprendido desde noviembre hasta abril. Fuera de estas fechas hacer un diagnóstico de gripe es mucho más difícil, aunque no imposible.
  • Sin embargo, los catarros pueden aparecer durante todo el año, aunque en verano sean menos frecuentes.
  • En el caso de la gripe la vacunación suele ser eficaz, aunque los virus de la gripe cambian a menudo, y a veces se produce un brote por virus diferentes a los que contiene la vacuna, lo que hace que sea poco eficaz. Por eso, la vacuna se modifica todos los años, para que sea lo más efectiva posible.
Definición
La gripe es una enfermedad respiratoria aguda causada por el virus “Influenza”. La puerta de entrada del virus es respiratoria. El virus se contagia por medio de las gotitas procedentes de la tos y estornudos de las personas infectadas. Su periodo de incubación es de aproximadamente 48 horas. La enfermedad aparece entre 48 y 72 horas después de haber sido infectado. Los síntomas duran una media de 5 a 7 días. La gripe es una enfermedad muy contagiosa que se transmite rápidamente, y sus complicaciones pueden llegar a ser fatales.
El resfriado común es una infección vírica de las vías respiratorias altas. Existen más de 200 tipos de virus que pueden causar el resfriado. Las complicaciones son menos frecuentes y la duración de los síntomas suele ser menor, de 3 a 5 días, dependiendo de los casos.
¿Cuáles son los síntomas?
En la gripe los síntomas más comunes son:

  • Presencia de fiebre alta (entre 38º C y 40º C), desde el comienzo de la enfermedad y que se suele prolongar durante los tres primeros días
  •  Dolor de cabeza o cefalea: con frecuencia presente desde un principio y de forma intensa en el caso de la gripe, es junto con los dolores musculares, una de las manifestaciones más molestas
  • Dolores musculares o mialgias: son muy característicos de la gripe. Se manifiestan preferentemente en los músculos largos de las extremidades y de la espalda y pueden ir acompañados de dolores articulares. Produce un gran quebrantamiento en el paciente
  • Tos seca: en la gripe es habitual y puede llegar a ser importante. Es de característica no productiva, tos “seca”, sin esputos.
  • Debilidad y cansancio.
  •  Otros síntomas menos frecuentes son: dolor de garganta, ojos llorosos y dolorosos, congestión nasal y moqueo.
En el resfriado o catarro común los síntomas más frecuentes son:

  • Secreción nasal (rinorrea) y congestión nasal: muy frecuente y abundante en los resfriados
  • Estornudos: constituyen uno de los síntomas cardinales del resfriado común (junto con la congestión y secreción nasal, dolor de garganta y tos)
  • También puede aparecer: irritación ocular, dolor de garganta y tos moderada.
¿Cuál es su duración?
Si no hay complicaciones la duración de los síntomas gripales es entre 5 y 10 días. La fiebre suele durar entre 3 y 5 días. Otros síntomas puede durar más días como la tos seca (7 a 10 días) y el cansancio pueden prolongarse hasta 2 semanas.
En el resfriado la duración suele ser de una semana, pudiendo quedar una tos residual un par de semanas.
¿Cuál es el tratamiento a seguir?
No hay cura para un resfriado o para la gripe. En ambos, sólo se tratan los síntomas, es decir, se administran medicamentos que mejoran el estado general del paciente. Los antibióticos no sirven para tratar los virus aunque si existen unas medidas generales para combatir los síntomas de ambas enfermedades que podrían resumirse en:

  • Beber suficiente cantidad de líquidos, unos 2 litros al día
  • Hacer reposo en cama
  • Hacer inhalaciones de vapor de agua caliente o bien emplear un humidificador.
  •  Los analgésicos, antitusígenos o descongestionantes puede ayudar a aliviar aunque será su médico quien debe indicar cuál es el más conveniente y las cantidades administradas.
  • Si su médico le recomienda un antigripal, sepa que estos contienen varios medicamentos que son eficaces frente a los síntomas de estas infecciones, como son:
                         - Descongestionantes nasales, contra la nariz tapada
                         - Antitusígenos contra la tos irritativa
                         - Expectorantes y mucolíticos, contra la tos con mucosidad
                         - Antihistamínicos, contra la secreción líquida por la nariz
                         - Analgésicos-antitérmicos, contra la fiebre y los dolores generalizados y de cabeza
  •     Para el tratamiento de la gripe también se pueden administrar antivíricos que deben ser tomados para que sean eficaces dentro de las primeras 48 horas de la infección. Pero simplemente consiguen que la infección sea más leve.
¿Cuándo se debe consultar al médico?
Generalmente la gripe tiene un curso benigno y no produce complicaciones excepto en determinados grupos de población de mayor riesgo, como los ancianos o los enfermos crónicos, entre otros. Los signos de alarma son:

  • Expectoración purulenta
  • Dolor torácico
  •  Sensación de ahogo
  • Disminución del nivel de conciencia
  • Persistencia de la fiebre más de 5 días
  •  Dolor de oídos importante
  • Empeoramiento de los síntomas
En cuanto al resfriado es conveniente consultar  en las siguientes situaciones:

  • No mejoría o empeoramiento de los síntomas al cabo de 5-7 días
  • Aparición de fiebre
  •  Dolor torácico
  • Cualquier síntoma diferente a los habituales en el resfriado
Ante cualquier duda se debe consultar con el médico.
¿Cómo se puede prevenir el contagio?
Tanto en la gripe como en el resfriado algunas medidas de prevención ayudan a reducir la exposición al virus:

  • Lavarse a menudo las manos y sobre todo, siempre que estén sucias y en momentos clave, como después de sonarse la nariz, después de cambiar pañales a un niño con resfriado, después de ir al baño, antes de comer y antes de preparar alimentos.
  • Higiene escrupulosa de las personas que estén afectadas: taparse la boca y la nariz con un pañuelo desechable al toser o estornudar, para evitar diseminar las gotitas contagiosas. Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca para no empujar los gérmenes dentro del organismo, no compartir alimentos, cubiertos o pañuelos.
  • Reposo en cama mientras el estado general esté alterado, especialmente si se presenta fiebre. De esta forma, permitiremos que nuestro organismo recupere fuerzas.
  • Mantener un ambiente cálido y sin excesiva humedad.
  • Evitar el contacto con personas que tengan gripe.
  • Evitar aglomeraciones, ambientes cargados y locales cerrados, para evitar que los virus se concentren en una estancia.
  • No fumar y evitar los ambientes con humo, ya que irritan todavía más nuestra garganta y mucosas.
  •  Dormir un mínimo de siete horas diarias, reducir el estrés y llevar una alimentación equilibrada, especialmente con frutas y verduras, que son fuentes de vitaminas y minerales. Estas medidas ayudaran a mantener nuestro sistema inmunitario en condiciones óptimas.
  • Beber abundantes líquidos, ayudan a fluidificar las secreciones y eliminar la mucosidad,  ayudan a combatir la deshidratación si existe fiebre y alivian el dolor de garganta. Sin embargo, hay que evitar las bebidas alcohólicas, que pueden interferir con la medicación.
  • Evitar los cambios bruscos de temperatura y las bebidas excesivamente frías, con hielos, o calientes.
  • Dormir con la cabeza elevada en la almohada para aliviar la congestión nasal.
  • Realizar aspiraciones de agua tibia con sal o vapores de eucalipto, para aliviar la congestión nasal. Se consigue también una acción expectorante. En el caso de niños pequeños con exceso de mucosidad, se recomienda el lavado nasal con suero fisiológico 15 minutos antes de las comidas y antes de irse a dormir.
  • Beber mucho y hacer gárgaras con agua caliente con limón y miel. La acción emulgente nos permite calmar el dolor de garganta. A pesar de la creencia popular, es preferible emplear agua en lugar de leche con miel, ya que los lácteos pueden aumentar la mucosidad.
  • Utilizar analgésicos habituales si lo precisa. Para productos antigripales, consultar al médico.
  • Nunca utilizar antibióticos sin la receta de su médico. No tienen acción contra los virus.
En el caso de la gripe es importante la Vacunación en aquellos grupos de población en los que esté indicado. Se puede informar en su centro de atención primaria. Las campañas de vacunación se realizan en los meses de otoño

                                                         Laura.-