miércoles, 14 de noviembre de 2012

Cuidados del pié diabético

El denominado pie diabético es una complicación muy frecuente de los pacientes con diabetes, ocasionada por la falta de sensibilidad, la disminución de riesgo sanguíneo y la propensión a padecer infecciones, y que, de no tratarse a tiempo, pueden derivar en amputación de los miembros. 
Concienciar a los diabéticos sobre la necesidad de prevenir las complicaciones que la diabetes puede producir en el pié, supone un reto para los profesionales de la salud. De ésta manera se podrían evitar cerca del 80% de las amputaciones.
Una revisión de unas 2- 3 veces al año en la consulta de un podólogo, además de las revisiones periódicas en su centro de salud, puede ayudar a los afectados por la diabetes a llevar un control sobre sus pies, adelantándose a cualquier problema que pueda surgir y que permita aplicar el tratamiento adecuado. 

Higiene y prevención en el pie del diabético

Aparte del hábito de acudir a los profesionales de la salud, como forma de prevención ante cualquier problema, una higiene estricta permitirá a las personas diabéticas vigilarse y mantener unos pies sanos.

  • Se recomienda revisar de forma diaria los pies, así como mantener una buena higiene, hidratar la piel con una crema adecuada para mantenerla elástica y flexible y así evitar que se endurezca y se formen grietas. 

  • Se deben lavar los pies diariamente con agua templada y secarse bien con especial cuidado entre los dedos. Las uñas deben cortarse de forma recta para evitar infecciones y se puede utilizar polvos de talco para mantener los pies secos antes de usar el calzado. 

  • Hay que revisar los pies también de forma diaria; de ésta manera podremos descubrir síntomas como llagas, callosidades, rozaduras… que puedan derivar en una lesión grave que, a su vez, pueda derivar en amputación. 
  • Nunca intente tratarse los pies usted solo con callicidas o cuchillas de afeitar; acuda siempre a un profesional.

  • El calzado recomendado para los diabéticos es aquel que no apriete, transpirable, flexible, de materiales nobles, que no lleve costuras ni zonas que puedan lesionar la piel. No camine nunca descalzo y use siempre calcetines con el calzado. Si precisa un calzado especial o plantillas, acuda al podólogo.
  • Protega sus pies del calor y del frío. Evite ir descalzo en la playa o sobre superficies calientes y use calcetines durante la noche si se le enfrían los pies. Usar calcetines le puede ayudar a evitar lesiones. Procure que no le aprieten demasiado y lávelos a diario.
  • Favorezca la circulación de la sangre hacia los pies. Eleve las piernas y los tobillos hacia arriba y hacia abajo unos 5 minutos, 2-3 veces al día. No cruce las piernas durante mucho rato. No fume.
  • Es importante que realice ejercicios con los pies. Caminar mejora el flujo sanguíneo en los pies .Pero debe ponerse cuidado a la hora de realizar algún deporte, ya que cualquier herida o ampolla pueden suponer un problema. 

Consejos para realizar una buena inspección de los pies

El diabético debe tener en cuenta una serie de cuestiones para inspeccionar sus pies. Si es preciso, utilizar un espejo de mano. Debe estar pendiente a:

  • Cambios en el color de la piel: las zonas enrojecidas pueden indicar infección, las áreas de piel oscura pueden deberse a necrosis o muerte del tejido y las áreas de piel con un color azulado pueden indicar la disminución del flujo sanguíneo. 
  • Piel seca y con grietas: puede dar lugar a úlceras o infecciones
  • Tumefacción o deformidad: el pié también puede infectarse
  • Úlceras cutáneas: suelen ser redondeadas y dejan ver los tejidos que estan bajo la piel. Pueden infectarse
  • Infecciones de las uñas de los pies: adquieren un color oscuro y de aspecto laminado
  • Uñas encarnadas: provocadas por cortarse demasiado las uñas o utilizar un calzado demasiado ajustado, lo que hace que las uñas crezcan en dirección hacia la piel. Esto facilita la aparición de una infección
  • Uñas de los pies largas y puntiagudas: pueden causar cortes en la piel que se pueden infectar
  • Cambios de la temperatura: la infección produce zonas calientes y la disminución del flujo sanguíneo, zonas frias
  • Alteraciones de la sensibilidad: su disminución, la sensación de quemazón y el hormigueo pueden deberse a lesiones en los nervios de los pies.

                               El mejor consejo: ¡¡¡Camine siempre con buen pié!!!

                                                            Laura.-




                                                                     


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