lunes, 14 de mayo de 2012

Protección solar: el porqué



Los efectos del sol en nuestra piel
El sol es un elemento imprescindible para la vida y tiene efectos positivos en nuestro organismo, como por ejemplo la síntesis de la vitamina D.
Pero muy pocas veces somos conscientes del daño que los rayos solares causan sobre nuestra piel. Cambios en la piel atribuidos a la edad, como arrugas y manchas, también son consecuencia de la exposición prolongada al sol. La energía solar, también conocida como rayos ultravioleta (rayos UV), afecta desde la capa más superficial hasta las capas más profundas de la piel. Los rayos ultravioleta son considerados como el factor ambiental de mayor riesgo en la aparición del cáncer de piel. Esta es una de las razones por la cual la protección solar es tan importante.
 Pero esto no quiere decir que no podamos aprovechar los días soleados, o que tengamos que dejar de disfrutar del verano, simplemente debemos tomar ciertas precauciones para evitar los daños del sol en la piel. 

Protección contra los efectos nocivos de la radiación solar
Fotoprotección Natural
Para protegerse de estos efectos perjudiciales, la piel del ser humano cuenta con la producción de melanina, una sustancia que impide que las radiaciones solares más perjudiciales penetren en la piel. La melanina es la que da el color moreno a la piel y su producción se estimula por el efecto del sol o por productos químicos.
La melanina constituye el factor de protección natural más importante que dispone nuestra piel. Las quemaduras de sol se producen cuando la cantidad de exposición al sol o a otra fuente de rayos ultravioleta excede la capacidad de este pigmento protector del cuerpo, la melanina, para proteger la piel

Fotoprotección artificial. Filtros solares
Viviendo en una ciudad que posee unas maravillosas playas donde disfrutar del sol, los filtros solares deben ser nuestros aliados para protegernos de los efectos nocivos de los rayos UV.
Según cómo actúen los filtros pueden ser físicos o químicos.

Filtros físicos: son sustancias impermeables a la radiación solar, que crean una pantalla y reflejan la luz. Impiden el paso de las radiaciones. Los más utilizados son: el óxido de zinc, el dióxido de titanio y la mica.
Filtros químicos: Actúan absorbiendo la radiación solar y transformándola en otro tipo de energía que no resulte nociva para la piel. Dan lugar a los factores de protección solar (FPS). Algunos de los utilizados son el PABA (ácido para-amino benzoico).

Lo ideal es que nuestra crema protectora posea una combinación de ambos.
El índice que mide la capacidad protectora de un filtro frente a la radiación UVB se llama Factor de Protección Solar o FPS. El FPS nos indica el tiempo que podemos exponernos al sol sin riesgo de quemaduras;  mide cuantas veces más se puede estar expuesto al sol para producir el mismo enrojecimiento o eritema que si no se hubiera utilizado la crema de protección solar. Cuanto más alto es el FPS, más alta es la protección de los rayos solares
Para conseguir el máximo efecto de las cremas de protección solar es necesario:
ü  Elegir la crema y el índice de protección solar adecuado al tipo de piel.
ü  Aplicar la crema antes de salir a la playa o la piscina, y como mínimo 30 minutos antes de exponerse al sol.
ü  Cuando se inicia la temporada estival, deben de utilizarse cremas con mayor índice de protección solar al principio, reduciéndolo a medida que se pone morena la piel.
ü  No pulverizar la piel con agua mientras se toma el sol.
ü  No aplicar en la piel perfumes y colonias que contengan alcohol y esencias vegetales, porque son fotosensibilizantes.
ü  Utilizar protección solar aunque esté nublado.
ü  Evitar la exposición al sol entre las 11 y las 15 horas (horario de máxima radiación ultravioleta).
ü  Proteger la cabeza con un sombrero o gorra con visera; los ojos con gafas adecuadas, y los labios con protector labial.
ü  No es aconsejable tumbarse al sol y mantenerse inmóvil durante horas. Es más sano pasear o realizar algún ejercicio mientras se toma el sol.
ü  Beber agua o líquidos para evitar la deshidratación.
ü  Si está tomando algún medicamento, debe de consultar si es fotosensibilizante, en cuyo caso debe evitar tomar el sol.



El sol y los niños
Es importante enseñar a los niños a protegerse del sol desde pequeños, porque los efectos de la radiación solar son acumulativos e irreversibles. La piel de los niños presenta diferencias respecto de la piel de los adultos y hay que darle la protección adecuada.
Así pues habrá que tener en cuenta que:
ü  No hay que exponer a los niños al sol antes de los 3 años.
ü  Se tienen que evitar las horas centrales del día.
ü  Hay que utilizar una protección solar especial para niños y renovar periódicamente el producto.
ü  Es bueno portegerles la cabeza con gorras y el cuerpo con camisetas
ü  Hay que hacerles beber mucha agua

Protección solar de los ojos
La elección de las gafas de sol debe proporcionar una visión confortable con la máxima protección de los ojos. Lo primero que debemos comprobar es que posean el marcado CE, lo que indica que cumple los requisitos de la normativa europea. El segundo aspecto técnico a tener en cuenta es el tipo de filtro solar de las lentes

Según el grado de intensidad con el que filtran la luz visible, la Unión Europea clasifica a estos filtros del 0 al 4 ( desde gafas de confort hasta gafas para alta montaña y deportes acuáticos).

Existen filtros de color, que conjugan el color y la capacidad de absorción de las radiaciones solares. Los filtros foto cromáticos cambian el color de la lente según la intensidad de la luz, y los espejados reflejan la luz, siendo una buena opción si se realizan actividades en espacios que reflejen la luz (actividades en la nieve, en escalada).Los filtros polarizados reducen los deslumbramientos y son muy útiles para trabajar en superficies reflectantes.

Eloisa

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